Guías consolidadas

5.2.1.Justificación y evidencia

Después de la infección por M. tuberculosis, la población infantil de corta edad corre un riesgo alto de evolución hacia las formas más graves de la enfermedad, de las cuales la más mortífera es la meningitis por TB. Esta forma afecta principalmente a este grupo etario, con una frecuencia máxima de inicio entre 2 y 4 años (2).

5.2. Esquemas de tratamiento de la meningitis por TB en la población infantil y adolescente

Recomendación

En la población infantil y adolescente con meningitis por TB confirmada bacteriológicamente o diagnosticada mediante criterios clínicos (sin presunción ni prueba de TB‑RR/MDR), se puede usar un esquema intensivo de seis meses (6HRZEto) como alternativa al esquema de 12 meses (2HRZE/10HR)
(Recomendación condicional, evidencia de certeza muy baja).

Observaciones

5.1.4. Seguimiento y evaluación

Los requisitos de seguimiento clínico del esquema acortado permanecen iguales a los del esquema de seis meses y los resultados del tratamiento se determinan al final del esquema de cuatro meses.

Si no hay una mejoría clínica suficiente después de completar el esquema de cuatro meses, el médico puede decidir prolongar el tratamiento hasta seis meses y al mismo tiempo considerar otros diagnósticos posibles, incluida la TB‑DR.

5.1.3. Consideraciones relativas a la puesta en práctica

Apreciar la gravedad de la enfermedad. Se reconoció que la factibilidad de valorar la gravedad de la enfermedad por TB, sobre todo en los entornos sin acceso a la radiografía de tórax o capacidad para interpretarla y sin las pruebas de diagnóstico recomendadas por la OMS, es un aspecto importante en materia de ejecución. El Grupo de Elaboración de las Directrices reconoció la radiografía de tórax como una herramienta primordial en la valoración de la gravedad de la enfermedad intratorácica.

5.1.1. Justificación y evidencia

En los pacientes pediátricos, la mayoría de las formas de enfermedad por TB son menos graves que en la población adulta. Los esquemas de tratamiento, que son más cortos que los esquemas de los adultos, pueden ser eficaces para tratar a la población infantil con TB; sin embargo, hasta la fecha no se cuenta con una evidencia firme que lo respalde.

5.1. Acortamiento del tratamiento dirigido a la población infantil y adolescente con formas de TB farmacosensible que no son graves

Recomendación:

En la población infantil y adolescente de 3 meses a 16 años con una TB que no es grave (sin presunción ni prueba de TB‑RR/MDR), debe usarse un esquema de tratamiento de cuatro meses (2HRZ(E)/2HR).
(Recomendación firme, evidencia de certeza moderada)

Observaciones

5. Tratamiento de la enfermedad por TB en la población infantil y adolescente

El presente capítulo contiene cuatro recomendaciones nuevas (publicadas por primera vez y descritas plenamente aquí) de interés para el tratamiento de la enfermedad por TB en la población infantil y adolescente, además de otras recomendaciones válidas de la OMS que se aplican al tratamiento de la TB en estos grupos de la población (sección 5.4).

4.2.4. Seguimiento y evaluación

Es necesario dar seguimiento y evaluar la repercusión que tienen los algoritmos integrados de decisión sobre el tratamiento en las notificaciones de casos y los resultados del tratamiento.

De igual importancia es el seguimiento clínico de los pacientes que iniciaron el tratamiento de la TB con base en criterios clínicos y la necesidad de supervisar la respuesta al tratamiento (con el fin de reconocer un diagnóstico diferente en los casos cuyo diagnóstico de TB pudo haber sido errado), los eventos adversos y el deterioro del estado clínico.