7.6.3. Atención nutricional de la población infantil y adolescente con TB

La OMS proporciona orientaciones sobre los principios²⁹ y recomendaciones en materia de atención y apoyo nutricional para las personas con TB como parte de la atención habitual de la TB.

Son cinco los principios rectores primordiales para prestar atención y apoyo nutricional como parte integral de la atención y la prevención de la TB (105):

  • Todas las personas con enfermedad por TB deben recibir diagnóstico, tratamiento y atención de la TB de conformidad con las directrices de la OMS y las normas de atención internacionales. Cuando se detecta desnutrición en el momento del diagnóstico de la TB, se considera que la TB es un factor causal principal que debe abordarse. Es esencial que la valoración y la asistencia nutricionales no desvíen los recursos del diagnóstico y la atención óptimos de la TB. Las inquietudes sobre la pérdida de peso o la falta de ganancia ponderal durante el tratamiento de la TB deben desencadenar una valoración clínica adicional (p. ej., para determinar si existe resistencia a los medicamentos para la TB, adhesión deficiente al tratamiento o enfermedades concomitantes) y una valoración nutricional con el fin de definir las intervenciones más apropiadas.
  • Una dieta adecuada que contenga todos los macronutrientes y micronutrientes esenciales es necesaria para el bienestar y la salud de todas las personas, incluidas las que tienen infección por TB o enfermedad por TB.
  • Debido al claro vínculo causal recíproco entre la desnutrición y la enfermedad por TB, la detección, valoración y atención de la nutrición son componentes integrales del tratamiento y la atención de la TB.
  • La pobreza y la inseguridad alimentaria son tanto causas como consecuencias de la TB. Los prestadores de atención que participan en la atención de la TB desempeñan un papel importante en el reconocimiento y tratamiento de estos problemas socioeconómicos más amplios.
  • La TB suele cursar con enfermedades concomitantes como la infección por el VIH, la diabetes, el tabaquismo y el consumo de alcohol o sustancias psicoactivas, que tienen sus propias consecuencias nutricionales. Estos aspectos deben tomarse plenamente en consideración durante el tamizaje, la valoración y el asesoramiento nutricionales.

Las personas con TB deben evaluarse desde el punto de vista nutricional y recibir la misma atención y apoyo nutricional que otras personas en un estado nutricional equivalente, de conformidad con todas las recomendaciones pertinentes de la OMS.

Las recomendaciones se agrupan en cuatro esferas relacionadas con la atención y el apoyo nutricional para cubrir grupos especialmente vulnerables, con una esfera adicional sobre la investigación de contactos (recuadro 7.9).

box 7.9

Box 7.9

El estado nutricional de la población infantil y adolescente con TB debe evaluarse periódicamente durante el tratamiento de la TB. Todos los niños, niñas y adolescentes diagnosticados con TB que no reúnen los criterios para el tratamiento de la desnutrición aguda grave también requieren apoyo nutricional. Este apoyo comprende las medidas para continuar la lactancia materna (al menos hasta los 24 meses, cuando sea posible) y garantizar una ingesta adecuada de nutrientes, utilizando alimentos disponibles y asequibles localmente. Durante la fase intensiva del tratamiento es importante contar con energía adicional (hasta 20% a 30% más de calorías); es más fácil de proporcionar con alimentos domésticos adicionales como parte de una dieta variada y equilibrada. Es importante dar al cuidador explicaciones y consejos claros. Cuando no es posible satisfacer las necesidades con alimentos domésticos, el niño, niña o adolescente puede recibir suplementos nutricionales (p. ej., alimentos terapéuticos listos para el uso) hasta que se estabilice.

Es preciso derivar a los lactantes menores de seis meses con desnutrición o retraso de crecimiento hacia un programa de alimentación terapéutica, para que reciban una mezcla de proteínas, carbohidratos, lípidos, vitaminas y minerales en una formulación especial, como está indicado en la población infantil de otras edades con desnutrición grave. Si la alimentación terapéutica no está disponible o no es factible, debe aportarse apoyo nutricional a las mujeres durante la lactancia para optimizarla.

Book navigation