3.2. Vacunación con la BCG

La vacuna BCG es una vacuna atenuada elaborada con bacterias vivas derivada de la cepa de Mycobacterium bovis que se aisló originalmente en 1902 de una vaca con TB. Se ha demostrado que la vacuna BCG tiene una eficacia significativa, pero la protección no ha sido constante contra todas las formas de TB en todos los grupos etarios. También se ha demostrado la eficacia de la vacuna BCG en la prevención de la lepra (causada por Mycobacterium leprae) y la úlcera de Buruli (causada por Mycobacterium ulcerans) (31).

La vacuna BCG, si se administra durante el periodo neonatal, proporciona una buena protección (hasta 90%) contra las formas graves de TB, incluidas la meningitis por TB y la TB miliar. Aunque la vacunación neonatal también protege frente a la TB pulmonar en la población infantil, principalmente previene la progresión hacia formas diseminadas de TB. En una revisión sistemática se descubrió que la población infantil vacunada con la BCG que estuvo expuesta a personas con TB contagiosa tenía 19% menos de infección por TB que la población infantil no vacunada (intervalo de confianza [IC] de 95%: entre 8% y 29%), lo que sugiere que la vacuna BCG tiene un efecto protector moderado frente a la infección por M. tuberculosis. La vacuna BCG también puede tener efectos beneficiosos inespecíficos en la mortalidad por todas las causas (31). En un ensayo comparativo y aleatorizado en el que se comparó la administración de la vacuna BCG al nacer con la vacunación a las 6 semanas de edad, se encontró que la vacunación tenía un efecto protector frente a enfermedades infecciosas distintas de la TB durante el periodo neonatal, además de tener efectos específicos frente a la TB (32).

La administración de la vacuna BCG se recomienda en países o entornos con una incidencia alta de TB¹³ o lepra, así como en zonas donde se dan casos de úlcera de Buruli. Se debe administrar una dosis única a todos los neonatos sanos al nacer. Si no se puede administrar la vacuna BCG en el momento del nacimiento, se administrará posteriormente, tan pronto como sea posible. Los países con una incidencia baja de TB o lepra pueden optar por vacunar selectivamente a los neonatos de alto riesgo. En los países donde las tasas de incidencia de TB están disminuyendo de forma constante, se debe evaluar la epidemiología de la TB y se puede considerar la posibilidad de pasar a la vacunación de las personas de determinados grupos de riesgo (31).

high risk neonates

En los estudios realizados no se ha demostrado sistemáticamente que repetir la administración de la vacuna BCG suponga un beneficio adicional en lo relativo al desarrollo de la TB o la lepra. No se recomienda la revacunación, ni siquiera si los resultados de la prueba de la tuberculina o del ensayo de liberación de interferón γ son negativos. Los únicos grupos de más edad para los que se recomienda actualmente la administración de la vacuna BCG son los escolares que no han sido vacunados y que tienen resultados negativos en la prueba de la tuberculina o el ensayo de liberación de interferón γ y que proceden de entornos con incidencia alta o carga alta de TB o se trasladan a tales entornos, así como otras personas que tienen resultados negativos en la prueba de la tuberculina o el ensayo de liberación de interferón γ que están en riesgo por exposición laboral, como los trabajadores de atención de salud que trabajan en entornos con incidencia alta de TB (31).

¹³ Más de 100 casos de TB por 100 000 habitantes.

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