7.1.1. Introducción

La población infantil y adolescente con infección por el VIH corre un riesgo mayor de exposición e infección por TB, de progresión hacia la enfermedad por TB y de morbilidad y mortalidad asociadas con la misma. Este riesgo está influenciado por el grado de inmunodepresión. La infección por el VIH en la infancia es bastante frecuente en los entornos donde la prevalencia prenatal del VIH es alta y no se han aplicado de manera amplia las intervenciones encaminadas a la prevención de la transmisión maternoinfantil. En estos entornos, la prevalencia de la infección por el VIH es especialmente alta en los lactantes y la población infantil menor, que constituyen un grupo etario que también corre el riesgo de contraer la TB.

En las regiones donde la TB y la infección por el VIH son endémicas, la TB es frecuente en la población infantil con infección por el VIH y la infección por el VIH es frecuente en la población infantil con TB. Se recomienda ofrecer de manera sistemática las pruebas del VIH a toda la población infantil y adolescente con TB presuntiva o diagnosticada (167). En el 2020, de las 226 000 muertes relacionadas con la TB en la población infantil, 21 000 (9%) correspondieron a niños y niñas con infección por el VIH (1).

De los 210 000 casos de TB notificados en la población pediátrica en dieciséis países con carga alta de TB/VIH en el 2020, 143 000 (68%) tenían registrado un resultado de la prueba del VIH. De estos casos, 7720 obtuvieron un resultado positivo para el VIH (5,4%). De los 7720 casos de coinfección TB/VIH encontrados en la población infantil, 6653 (86%) estaban recibiendo TAR (1).

Box 7.1

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