1.1. Antecedentes

La población infantil y de adolescentes jóvenes (menores de 15 años) representa alrededor de 11% de todas las personas con tuberculosis (TB) en el mundo. Esto significa que 1,1 millones de niños y niñas enferman por TB cada año, y cerca de la mitad son menores de 5 años. Los programas nacionales de TB (PNT) notifican menos de la mitad de estos casos, lo cual significa que hay una gran brecha en la detección de casos (1). Entre las razones de esta brecha se encuentran las dificultades en la obtención de muestras y la confirmación bacteriológica de la TB en la población infantil de corta edad, debido al carácter paucibacilar de la enfermedad por TB en este grupo etario y la carencia de pruebas en el punto de atención que sean de gran sensibilidad (10). En el 2020, la pandemia de COVID-19 también afectó negativamente a la notificación de la TB en la población infantil, que disminuyó 24%, en comparación con el 2019 (en contraste, las notificaciones en las personas de 15 años o más disminuyeron 18%). Además de la insuficiencia en la detección de casos, solo un tercio de los contactos menores de 5 años, que reunían los criterios para recibir el tratamiento preventivo de la tuberculosis (TPT) realmente lo recibieron en el 2020. Tras la infección por TB, la población infantil de corta edad tiene un mayor riesgo de evolución hacia la enfermedad por TB, incluidas las formas graves y, en la mayoría de los casos, esta ocurre unos pocos meses después de la exposición y la infección (2, 3). Además de la población infantil y de adolescentes jóvenes, se estima que más de medio millón de adolescentes mayores (de 15 a 19 años) presentan enfermedad por TB cada año (4).

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS) (5) y la Estrategia Fin de la TB de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (6) incluyen metas para disminuir en 80% la incidencia de TB y en 90% las muertes por TB para el 2030, con respecto a los niveles de referencia del 2015. Además, con el fin de acelerar el avance hacia estos objetivos mundiales, en la resolución aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la reunión de alto nivel sobre la lucha contra la tuberculosis en septiembre del 2018, se asumió el compromiso de diagnosticar y tratar a 40 millones de personas con TB (incluidos 3,5 millones de niños) y 1,5 millones de personas con TB farmacorresistente (TB-DR) (incluidos 115 000 niños) para el 2022. También se asumió el compromiso de proporcionar el TPT, como mínimo, a 30 millones de personas (entre ellos 4 millones de contactos menores de 5 años), 20 millones de otros contactos del hogar (incluidos contactos pediátricos de 5 años o más) y 6 millones de personas con infección por el VIH (incluida la población infantil) para el 2022 (7).

Con el propósito de ayudar a los países a prevenir y tratar la TB en la población infantil y adolescente, el Programa Mundial de la OMS sobre la Tuberculosis, publicó en el 2014 orientaciones dirigidas a los PNT sobre el manejo de la TB en la población infantil (segunda edición). Desde la publicación de estas directrices, se han publicado nuevas recomendaciones y orientaciones sobre el manejo de la TB en directrices de la OMS y otros documentos de política sobre prevención, tamizaje, diagnóstico, tratamiento, manejo y modelos de atención para la TB. Muchas de estas recomendaciones también se aplican a la población infantil y adolescente. Además, en el 2021 la OMS contaba con evidencia nueva en materia de manejo de la TB en la población infantil y adolescente. Algunos de estos datos se recibieron en respuesta a una solicitud específica de la OMS de datos sobre el manejo de la TB en la población infantil y adolescente, emitida como una manifestación de interés en julio del 2020,¹⁷ que se elaboró en consulta con el equipo central del grupo de trabajo de TB en la población infantil y adolescente.¹⁸ En el 2021, se pusieron a disposición de la OMS datos de un ensayo aleatorizado sobre el tratamiento acortado dirigido a la población infantil con formas de TB que no son graves. En consecuencia, en el 2021, la OMS convocó un Grupo de Elaboración de las Directrices con el fin de revisar la evidencia nueva sobre el tratamiento de la TB en la población infantil y adolescente. Esta actualización de las orientaciones incluye recomendaciones nuevas que se formularon en la reunión del Grupo de Elaboración de las Directrices en mayo y junio del 2021, así como recomendaciones vigentes de otras directrices de la OMS que son relevantes para el tratamiento de la TB en la población infantil y adolescente (incluidas las que se encuentran en las directrices anteriores sobre el tratamiento de la TB en la población infantil que han sido validadas). La presente actualización unifica todas las recomendaciones en un solo documento.

¹⁷ Convocatoria de la OMS para la presentación de datos sobre el tratamiento de la TB en la población infantil y adolescente. 24 de julio del 2020. OMS [sitio web] [consultado el 20 de enero del 2022]. Disponible en: https://www.who.int/news-room/articles-detail/ who-public-call-for-data-on-the-management-of-tb-in-children-and-adolescents.

¹⁸ Child and Adolescent TB Working Group (https://www.stoptb.org/wg/dots_expansion/childhoodtb/, consultado el 20 de enero del 2022).

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