5.3.1 Personas con infección por el VIH

El esquema totalmente oral de 9 meses para la TB-RR/MDR se evaluó en un entorno con una alta prevalencia de infección por el VIH. En el conjunto de datos analizados para las directrices de la OMS del 2022, más del 70% de los pacientes que comenzaron un esquema acortado tenían infección por el VIH, y de estos últimos, más del 90% recibían tratamiento antirretroviral (TAR). No hay razón para suponer que un esquema totalmente oral de 9 meses funcionaría de manera diferente en las personas con infección por el VIH que inician el TAR temprano, de conformidad con las recomendaciones de la OMS. Sin embargo, el personal médico debe tener en cuenta las toxicidades aditivas y solapadas, así como las posibles interacciones farmacológicas entre los antirretrovirales y los medicamentos contra la TB. Se debe evitar la administración concomitante de zidovudina y linezolid, debido al mayor riesgo de mielosupresión. Los inhibidores de la proteasa potenciados pueden aumentar la exposición de la bedaquilina, lo que aumenta el riesgo de reacciones adversas relacionadas con la bedaquilina (como la prolongación del intervalo QT), por lo que es preciso un seguimiento más estrecho. A su vez, el efavirenz puede reducir la concentración de bedaquilina, de modo que se debe evitar este antirretroviral en los pacientes que reciben el esquema totalmente oral de 9 meses. No hay toxicidades superpuestas ni interacciones farmacológicas con el dolutegravir en pacientes que reciben el esquema acortado ya sea con linezolid o con etionamida. Las personas con infección por el VIH que reciben el esquema totalmente oral de 9 meses con bedaquilina necesitarán medicación profiláctica para las infecciones oportunistas, apoyo para la adhesión al tratamiento contra la TB y antirretroviral, y una vigilancia estrecha de los biomarcadores del estado inmunitario.

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