4.5 Seguimiento del tratamiento

La orientación actual sobre el seguimiento de la respuesta al tratamiento de la TB-DS no ha variado. La OMS no recomienda el seguimiento del electrocardiograma (ECG) inicial para quienes reciben elesquema acortado (salvo que esté clínicamente indicado); el seguimiento de laboratorio, como las pruebas de la función hepática, es el mismo para ambos esquemas de tratamiento (1). Algunos países pueden tener requisitos diferentes en cuanto a las pruebas de la función hepática y el seguimiento del ECG debido a las cuestiones destacadas con un recuadro de advertencia relativas a la moxifloxacina (relacionadas con la prolongación del intervalo QTc). En algunos países se recomienda el seguimiento clínico de eventos adversos raros, pero posibles, relacionados con la moxifloxacina que son comunes a otras fluoroquinolonas (p. ej., tendinitis, diarrea por Clostridium difficile y neuropatía periférica); este seguimiento se debe realizar de acuerdo con las políticas del país.

Los PNT deben vigilar el estado de los pacientes mediante seguimientos clínicos periódicos y pueden realizar al menos una baciloscopia tras 2 meses de tratamiento para hacer el seguimiento de la respuesta al tratamiento desde el punto de vista bacteriológico. La falta de respuesta clínica o bacteriológica al tratamiento puede requerir una evaluación clínica y radiológica adicional, complementada con el cultivo y PSF de esputo. Aunque se puede mantener el esquema de tratamiento mientras se esperan los resultados de estas evaluaciones, una vez que los resultados estén disponibles proporcionarán al médico la evidencia para cambiar el esquema o la estrategia de tratamiento. En la sección 9 se ofrece información adicional sobre el seguimiento del tratamiento.

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