5.4.4. Enfermedad osteoarticular después de la TB en la población infantil y adolescente

Aunque la TB osteoarticular es infrecuente (aproximadamente entre 1% y 2% de todos los niños con TB y 8% de los niños con TB extrapulmonar), las posibles consecuencias a largo plazo de la enfermedad, sobre todo en los niños, pueden ser importantes (149).

La TB vertebral representa aproximadamente la mitad de los casos de TB osteoarticular y puede dar lugar a pérdida de hueso, deformidad creciente (p. ej., cifosis, cifoescoliosis), riesgo tardío de secuelas neurológicas (p. ej., parálisis) y afectación del potencial de crecimiento (150, 151). La deformidad de la columna vertebral y las secuelas neurológicas pueden progresar incluso después de haber finalizado con éxito el tratamiento, debido al crecimiento del sistema óseo. Los niños deben ser objeto de un seguimiento anual, al menos hasta que alcancen la madurez esquelética, para comprobar si existe una posible deformidad progresiva, que podría dar lugar a complicaciones neurológicas, cardiopulmonares o psicológicas tardías. Lo fundamental para otras formas de TB osteoarticular es mantener la amplitud de movimiento, prevenir las contracturas y evaluar la destrucción articular (152). En el cuadro 5.17 se resume el enfoque multidisciplinario necesario en el manejo de los niños con TB osteoarticular.

Cuadro 5.17. Guía práctica para mitigar y evaluar la morbilidad posterior a la TB en la población infantil con TB osteoarticular

Table 5.17. Practical guidance to mitigate and assess post-TB morbidity in children with osteoarticular TB

 

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