10. Definiciones de los resultados del tratamiento

La TB es curable en gran medida, con un tratamiento que es asequible y que está ampliamente disponible. Si un esquema terapéutico para la TB no se administra de manera correcta, puede no lograrse la curación sin recaídas, lo que aumenta la transmisión y acelera la aparición de farmacorresistencia. Por tal razón, es de suma importancia hacer un seguimiento de la eficacia del tratamiento contra la TB, tanto en la práctica clínica como en la vigilancia, para maximizar la calidad de la atención de cada paciente en lo individual y la efectividad de las medidas de salud pública. Para ello, las definiciones estandarizadas de los resultados del tratamiento para la TB han sido una constante de las políticas de la OMS y de los sistemas nacionales de vigilancia de la TB durante muchos años, como piedra angular de las estrategias eficaces contra la TB. Dicha estandarización ha permitido el seguimiento de los resultados del tratamiento para la TB a lo largo del tiempo a nivel nacional y mundial.

Las definiciones estandarizadas de los resultados del tratamiento para la TB-DS se han usado de manera generalizada durante más de tres décadas, y las correspondientes definiciones para la TB-DR se propusieron inicialmente en el 2005 (148). Las definiciones de resultados del tratamiento para la TB-DR se basaron en las definiciones de resultados para la TB-DS que estaban en uso en ese momento. La OMS adoptó poco después las definiciones de los resultados del tratamiento para la TB-DR, y estas se mantuvieron prácticamente sin cambios hasta el 2013, cuando la OMS actualizó sus definiciones de la TB y el marco de notificación (149). Como la composición y la duración de los esquemas terapéuticos para la TB-DR han cambiado considerablemente, fue necesario actualizar las definiciones de los resultados del tratamiento y los parámetros de seguimiento.

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