La capacitación de los prestadores de atención de salud para administrar la vacuna BCG es importante para lograr que se emplee la técnica correcta. La dosis habitual de la vacuna BCG es de una inyección intradérmica de 0,05 ml de la vacuna reconstituida en los menores de 1 año, y de 0,1 ml en los mayores de 1 año. La vacuna BCG puede administrarse con seguridad junto con otras vacunas infantiles habituales, incluida la dosis de la vacuna contra la hepatitis B que se administra al nacer. Aunque se procurará utilizar todas las dosis de los viales multidosis de la vacuna BCG, se debe vacunar a los niños, aunque esto signifique desperdiciar parte del vial. En el caso de los viales multidosis, se deben aplicar técnicas adecuadas de control de infecciones.
Figura 3.2. Técnicas de inyección
Mediante la inyección intradérmica se administra la vacuna en la capa superior de la piel (figura 3.2. y 3.3). La BCG es la única vacuna con esta vía de administración. Se ha señalado que es la vacuna más difícil de administrar, debido al pequeño tamaño de los brazos de los recién nacidos y a la naturaleza técnica de la inyección intradérmica.
Figura 3.3. Administración de la inyección de la vacuna BCG
Fuente: disponible en https://i.ytimg.com/vi/F2cvT7zbLLw/maxresdefault.jpg.
Para administrar la vacuna BCG:
- se utiliza una aguja corta y fina (15 mm, calibre 26);
- se debe introducir la aguja justo debajo de la piel, sobre la zona del deltoides izquierdo;
- la jeringa debe mantenerse en un ángulo de 5 a 15 grados con respecto a la zona de inyección;
- la aguja debe colocarse casi plana contra la piel del paciente, con el bisel hacia arriba;
- la aguja debe introducirse parcialmente en la piel, hasta que todo el bisel quede cubierto por la piel;
- al inyectar la solución, debe haber cierta resistencia y debe aparecer una pequeña roncha o ampolla, lo que indica que el líquido está en la dermis.