9.1 Exploración clínica

Los signos clásicos de la TB  – tos, producción de esputo, fiebre y pérdida de peso – suelen mejorar en las primeras semanas de tratamiento. La tos y la producción de esputo pueden persistir tras la conversión bacteriológica del esputo en los pacientes con daño pulmonar extenso (a menudo debido a un diagnóstico tardío); incluso en los pacientes con daño pulmonar extenso, se suele observar una mejoría en el plazo de uno a dos meses de tratamiento eficaz. La fiebre persistente, la pérdida de peso o la reaparición de cualquiera de los signos y síntomas clásicos de la TB deben hacer que se investigue un posible fracaso del tratamiento, la resistencia no detectada a uno o más fármacos del esquema de tratamiento actual o afecciones concomitantes no tratadas. La reaparición de los signos y síntomas de TB tras la conversión bacteriológica del esputo puede ser el primer signo de fracaso del tratamiento. En niños, se deben determinar mensualmente la estatura y el peso para comprobar si crecen con normalidad. El ritmo de crecimiento normal se suele recuperar tras unos meses de tratamiento satisfactorio. En adultos, también se debe registrar el peso mensualmente (la estatura solo se registra al inicio del tratamiento, para calcular el IMC).

La frecuencia de las consultas clínicas depende del estado clínico del paciente y de su evolución. Por término medio, en el caso de un paciente ambulatorio sin problemas específicos, la exploración clínica se suele hacer cada semana durante el primer mes, y posteriormente una vez al mes si el paciente está estable. Puede ser necesario realizar exploraciones clínicas con más frecuencia, dependiendo del estado clínico del paciente.

En cada consulta, se debe preguntar al paciente sobre la aparición de eventos adversos; asimismo, se debe hablar con el paciente y con la persona que apoya su tratamiento acerca de cualquier posible dificultad en la adhesión al tratamiento.

Las consultas clínicas deben coincidir con el calendario de las pruebas bacteriológicas y de laboratorio clínico, con el fin de reducir las limitaciones de tiempo y transporte del paciente.

En la TB extrapulmonar farmacosensible, es fundamental el seguimiento de la evolución clínica para evaluar la respuesta al tratamiento, dado que el seguimiento bacteriológico suele ser difícil.

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