3.3.8.1. Consideraciones especiales relativas a la adhesión en la población infantil

Los lactantes y los niños dependen de los cuidadores para la administración de los medicamentos. Los obstáculos a los que se enfrentan los cuidadores adultos pueden contribuir a la omisión de dosis de los niños. Las consideraciones relativas a la adhesión en la población adolescente se tratan en la sección 7.4.

Entre los posibles obstáculos para la población infantil se encuentran los siguientes:

  • Falta de formulaciones aptas para la población pediátrica: esto hace que los medicamentos sean más difíciles de administrar y aumenta las posibilidades de que el niño rechace el tratamiento con comprimidos triturados.
  • Falta de convicción del cuidador o del trabajador de atención de salud sobre la importancia del TPT: solo se logrará la adhesión del niño si el cuidador y el trabajador de atención de salud se comprometen a finalizar con éxito el TPT.
  • Factores familiares:
    • no contar con uno o más cuidadores apropiados: dado que los niños de corta edad pueden desplazarse de un hogar a otro en el seno de la familia, puede ser necesaria la participación de varios cuidadores;
    • falta de conocimientos de los cuidadores;
    • edad y etapa de desarrollo en la que los niños pueden asumir mayor responsabilidad en la toma de sus propios medicamentos, aunque se mantenga la supervisión de un adulto;
    • variaciones en la dinámica habitual de la familia o del niño (como las vacaciones escolares) que alteran los esquemas de administración;
    • problemas relacionados con el estigma.

Entre las estrategias para gestionar y mejorar la adhesión en la población infantil se encuentran las siguientes (véanse también los recursos sobre el asesoramiento en el anexo 1):

  • Explicar al cuidador y al niño por qué deben tomar el ciclo de tratamiento completo, e insistir en ello.
  • En el caso de las DFC dispersables adaptadas a la población pediátrica, asegurarse de que el trabajador de atención de salud pueda explicar y dar instrucciones claras a los cuidadores sobre cómo disolver el medicamento en agua.
  • Proporcionar un calendario de citas, adaptado a los niños y a sus familias, para reponer los medicamentos, por ejemplo, el mismo día que otros miembros de la familia que reciben tratamiento para la TB o TPT.
  • Tener en cuenta factores de riesgo de una adhesión insuficiente —como la distancia al establecimiento, los costos de transporte, la muerte de uno de los progenitores (sobre todo de la madre), reacciones adversas a medicamentos en el pasado, la enfermedad del cuidador principal y el malestar – e intentar abordarlos. Hacer frente al estigma mediante la educación y el etiquetado sencillo de los medicamentos.
  • Ofrecer directamente a los adolescentes educación y apoyo para la adhesión, sobre todo si tienen la infección por el VIH.
  • En cuanto a los niños de corta edad que se niegan a tomar medicamentos:
    • si los toman con alimentos, modificar el tipo de alimentos para enmascarar mejor el sabor, o poner los comprimidos triturados en alimentos sólidos que sean fáciles de tragar, en lugar de mezclarlos con agua;
    • ofrecer una recompensa por haber tomado el medicamento por completo;
    • si el niño vomita en los 30 minutos siguientes a la administración de una dosis, asegurarse de que se le administre una nueva dosis. Probar dar el medicamento a otra hora del día. Las familias deben recibir algunas dosis adicionales cada mes, y el programa debe estimar la magnitud de esas pérdidas y reflejarlas en los planes de adquisición. En caso de vómitos persistentes, es necesaria una consulta en un establecimiento de atención de salud.
  • Preparar un plan de adhesión con el cuidador y pedir que lo transmita a otros cuidadores. Véase un ejemplo de plan de adhesión en el capítulo 7 del Manual operativo de la OMS sobre la tuberculosis. Módulo 1: Prevención. Tratamiento preventivo de la tuberculosis (15).
  • Examinar el plan de adhesión en cada encuentro, sobre todo si está presente un nuevo cuidador.
  • Examinar los conocimientos y los obstáculos en cada visita. A continuación, se presentan algunos ejemplos de las preguntas que se pueden plantear:
    • ¿Quién es el cuidador principal?
    • ¿El niño duerme a veces en el hogar de otro miembro de la familia?
    • ¿Sabe el cuidador que el tratamiento consiste en la administración a diario (3HR) o una vez por semana (3HP) durante tres meses?
    • ¿Conoce el cuidador de la dosis y el número de comprimidos en cada momento?
    • ¿Ha recibido el cuidador asesoramiento sobre la necesidad de la adhesión, las reacciones adversas a los medicamentos, cuándo se debe buscar la orientación de un trabajador de atención de salud y qué se debe hacer si el niño vomita después de tomar el medicamento?

En el cuadro 3.4 se resumen todos los esquemas recomendados y los criterios que se sugieren para evaluar su finalización. Los esquemas acortados se asocian a una adhesión mejor y a una mayor finalización del tratamiento, considerando que 80% o 90% de las dosis recomendadas se toman en un plazo de 133% de la duración prevista del TPT. En el cuadro 3.5 se resume el manejo sugerido de las interrupciones del TPT.

Cuadro 3.4. Criterios de finalización del TPT

Table 3.4. TB preventive treatment completion criteria

1HP: un mes de administración diaria de isoniacida y rifapentina; 3HP: tres meses de administración semanal de isoniacida y rifapentina; 3HR: tres meses de administración diaria de isoniacida y rifampicina; 4R: cuatro meses de administración diaria de rifampicina; 6H: seis meses de administración diaria de isoniacida.

a 90% del número de dosis recomendadas para el esquema de 3HP.

 

Cuadro 3.5. Gestión de las interrupciones del TPT

Table 3.5. Management of interruptions in TB preventive treatment

Table 3.5. Management of interruptions in TB preventive treatment

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