4.5 Seguimiento y evaluación

Es necesario hacer el seguimiento durante el tratamiento de los pacientes que reciben el esquema de (H)REZ-levofloxacina, usando una programación para la realización de pruebas clínicas y de laboratorio. Las definiciones que se deben utilizar al asignar los resultados son las mismas que se emplean para la TB farmacosensible (79). Se debe dar seguimiento a los signos de falta de respuesta o de fracaso del tratamiento mediante pruebas de sensibilidad a fármacos para detectar la resistencia a la rifampicina y, si es posible, para las fluoroquinolonas y la pirazinamida. Para limitar el riesgo de aparición de una resistencia adquirida adicional, se debe evitar la adición de un único medicamento contra la TB en los pacientes que sigan teniendo resultados positivos en la baciloscopia o el cultivo después del segundo mes de tratamiento, en los que no muestren una respuesta clínica favorable y aquellos que no cuenten con resultados recientes de pruebas de sensibilidad a fármacos.

Al igual que con cualquier otro fármaco y esquema contra la TB, es necesario adoptar precauciones de seguridad para detectar con rapidez cualquier evento adverso grave y tratarlo adecuadamente. Es esencial el seguimiento clínico estrecho de todos los pacientes que reciben este esquema, sobre todo en cuanto a las pruebas de la función hepática, dada la posibilidad de que se produzca hepatotoxicidad con el uso prolongado de pirazinamida. Si es posible, se determinará mensualmente la concentración de AST (también denominada glutamato-oxalacetato-transaminasa [GOT]) en todos los pacientes. Si no se dispone de recursos para hacer el seguimiento de todos los pacientes que reciben el esquema de tratamiento contra la TB-Hr, se recomienda encarecidamente realizar un seguimiento mensual de los pacientes de alto riesgo, como los que presentan una hepatitis viral concomitante o los que tienen antecedentes de consumo excesivo de bebidas alcohólicas. Además, para prevenir y tratar los posibles efectos tóxicos del etambutol en los pacientes pediátricos (por ejemplo, la neuritis retrobulbar), es necesario respetar las dosis correctas recomendadas para este grupo poblacional. Los signos tempranos de toxicidad por etambutol se pueden evaluar en los niños mayores mediante la diferenciación del color rojo y el color verde. El seguimiento de la neuritis retrobulbar se puede instaurar tempranamente, cuando sea apropiado (104).

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