El tamizaje por síntomas es factible, fácil de aplicar y de bajo costo. También es sumamente aceptable porque no es invasivo y constituye una parte habitual de la evaluación clínica de las personas que reciben atención. El tamizaje por síntomas, en especial la tos, tiene la ventaja adicional de que suele detectar a las personas con TB con la mayor probabilidad de transmitir la enfermedad. Sin embargo, este tamizaje tiene una sensibilidad baja y variable, sobre todo en la detección temprana de la TB. La tasa de positividad del tamizaje por síntomas difiere de un entorno a otro, en función de la prevalencia de otras afecciones diferentes de la TB y de la calidad del tamizaje. En especial, la aparición de tos puede variar con la frecuencia de otras afecciones pulmonares, el consumo de tabaco y los niveles de contaminación del aire. El tamizaje por síntomas también es subjetivo y depende de la interpretación del prestador de atención que lo realiza y de la persona que se está examinando. Por ejemplo, las definiciones de tos pueden diferir (p. ej., cualquier tos, tos actual, tos “de larga duración” o prolongada, tos que dura dos semanas o más).
Tos
En la revisión realizada para la actualización de las directrices del 2021 se estima que el tamizaje por cualquier tos tiene una sensibilidad de 51% para detectar la enfermedad por TB, lo cual implica que, en muchos entornos, cerca de la mitad de las personas con TB no tosen; en consecuencia, el tamizaje exclusivo de esta característica clínica detectaría solo la mitad de las personas con TB activa. Al contrario, tiene una especificidad bastante alta (88%), lo cual sugiere que en muchos de los entornos incluidos en las revisiones, la mayoría de las personas sin enfermedad por TB no tosían. Es probable que esto dependa de la prevalencia de enfermedades no relacionadas con la TB y de otras afecciones en la población examinada.
Se estima que el tamizaje por tos prolongada, definida como una duración de dos semanas o más, es aún menos sensible (42%) pero sumamente específico (94%) (cuadro 3.1). Puede ser una herramienta útil de tamizaje de los programas que buscan ser eficaces y reducir el número de personas sin TB que se derivan sin necesidad para pruebas de diagnóstico, pero no detectará a la mayoría de las personas con TB activa, lo cual es inaceptable en la mayoría de las intervenciones de tamizaje.
Cualquier síntoma de TB
Una alternativa es detectar cualquier síntoma que sea habitual en la TB, por ejemplo, tos de cualquier duración, esputo, hemoptisis, fiebre, sudores nocturnos y pérdida de peso. En los artículos analizados para la revisión más reciente de las directrices sobre el tamizaje, se estimó que la sensibilidad del tamizaje por cualquier síntoma de TB es de 71%, más alta que para el uso exclusivo de la tos como síntoma, pero con una especificidad más baja (64%) (cuadro 3.1). La tasa de positividad puede ser bastante alta en algunos grupos de la población, ya que otras afecciones pueden causar los mismos síntomas. A diferencia del uso exclusivo de la tos como síntoma, la menor especificidad de cualquier síntoma implicaría que se enviarían más personas sin TB para una evaluación diagnóstica y se tendrían que realizar más pruebas para confirmar un caso de TB.