5.2.8.2. Indicaciones para el tratamiento adyuvante

Los corticoesteroides deben usarse como parte del tratamiento de la TB y pueden utilizarse para el tratamiento de la pericarditis por TB. Los corticoesteroides se emplean a veces para otras formas complicadas de TB (p. ej., complicaciones de la obstrucción de las vías respiratorias por las adenopatías por TB; niños y adolescentes gravemente enfermos por TB diseminada), pero no hay recomendaciones de la OMS sobre el uso de corticoesteroides para formas de TB extrapulmonar distintas de la meningitis por TB y la pericarditis por TB (102). Se ha demostrado que los corticoesteroides mejoran la supervivencia y reducen la morbilidad en las personas con meningitis por TB avanzada, y se recomienda su uso en toda la población infantil y adolescente con meningitis por TB (103) (recuadro 5.9).

Se puede usar la prednisona en dosis de 2 mg/kg/d por vía oral, que asciende a 4 mg/kg/d en la población infantil y adolescente gravemente enferma (p. ej., con signos de peligro), con una dosis máxima de 60 mg/d durante cuatro semanas (102). Luego se debe reducir la dosis gradualmente en un plazo de dos a cuatro semanas antes de suspenderla. Como alternativa, se puede usar la dexametasona en dosis de 0,3 a 0,6 mg/kg/d, con una duración similar y usando el mismo método de reducción gradual de la dosis (103).

Box 5.9

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