Se recomienda que los pacientes con TB e infección por el VIH reciban un tratamiento para la TB cuya duración sea, como mínimo, igual a la duración del tratamiento de los pacientes con TB y sin infección por el VIH. (Recomendación firme, evidencia de certeza alta).
El TAR debe iniciarse cuanto antes en las 2 semanas siguientes al inicio del tratamiento de la TB en las personas con infección por el VIH, independientemente del recuento de linfocitos CD4. Población adulta y adolescente (Recomendación firme, evidencia de certeza baja a moderada). Población infantil y lactantes (Recomendación firme, evidencia de certeza muy baja).