En el tratamiento de la población infantil con TB farmacosensible, se recomienda usar comprimidos de DFC aptos para la población pediátrica en lugar de formulaciones independientes (100). Los comprimidos de DFC tienen ventajas sobre los medicamentos con cada fármaco por separado, ya que reducen la cantidad de comprimidos o cápsulas que se deben tomar y la probabilidad de errores de prescripción. Al reducir la falta de adhesión selectiva, los comprimidos de DFC pueden aminorar el riesgo de aparición de farmacorresistencia.
Desde el 2015 se dispone de formulaciones dispersables de DFC de medicamentos de primera línea contra la TB aptas para la población pediátrica. Pueden dispersarse en agua para conseguir una dosis adecuada, lo que ofrece la oportunidad de simplificar y mejorar el tratamiento (88, 100, 101). La OMS ha precalificado DFC aptas para la población pediátrica. No se trata de nuevos medicamentos, sino de formulaciones mejoradas de medicamentos recomendados y utilizados para el tratamiento de primera línea de la TB.
En el cuadro 5.5 se muestran las dosis recomendadas por franja de peso (excepto para el esquema intensivo corto para la meningitis por TB). Hay que tener en cuenta que las dosis deben ajustarse en función de los cambios de peso durante el tratamiento de la TB (véase la sección 5.2.12).
Cuadro 5.5. Cuadro de la posología de los medicamentos de primera línea (excluido el esquema intensivo corto para la meningitis por TB)
