5.3 Consideraciones relativas a subgrupos poblacionales

La recomendación se aplicaría a cualquier esquema alargado, independientemente del número de fármacos de los grupos A, B o C empleados y de si se llevó a cabo o no una fase con medicamentos inyectables (intensiva). El grupo de elaboración de las directrices consideró que los resultados podrían aplicarse a otros subgrupos clave de pacientes.

Pacientes menores de 15 años con TB-RR/MDR

Los pacientes menores de 15 años con TB-RR/MDR representaban menos del 2% en el metanálisis de datos de pacientes individuales correspondiente a la pregunta PICO 11 (TB-RR/MDR, 2018). Los menores de corta edad por lo general no pueden producir espontáneamente una cantidad de esputo suficiente para hacer el diagnóstico bacteriológico (muchos de ellos suelen tener resultados negativos en la baciloscopia de esputo). En estos pacientes, el cultivo puede ser una forma más sensible para detectar bacilos de la TB viables, aun cuando en el esputo u otras muestras haya muy pocos microorganismos, por debajo del umbral de detección de la baciloscopia. Sin embargo, en los pacientes pediátricos que no son capaces de expectorar, se puede recurrir a la aspiración gástrica o a la inducción de la expectoración, aunque es posible que la repetición mensual de tales pruebas no sea aceptable.

Enfermedad por TB extrapulmonar

La enfermedad por TB extrapulmonar suele ser paucibacilar, de ahí que las muestras biológicas puedan contener pocos bacilos o ninguno. En tales situaciones, es más probable detectar la enfermedad por TB persistente con el cultivo, aunque la obtención de muestras a menudo plantea problemas. Se debe intentar la baciloscopia, dado que puede determinar la positividad con mucho mayor rapidez que el cultivo.

Personas sin infección por el VIH

Las personas seronegativas que tienen TB suelen presentar un mayor número de bacilos en el esputo y es más probable la detección en la baciloscopia. En tal situación, cabe esperar que la diferencia en la sensibilidad de la prueba entre la baciloscopia y el cultivo sea menos marcada, ya que menos pacientes tendrán cifras de bacterias por debajo del umbral. Sin embargo, los resultados de varios estudios anteriores sobre conjuntos de datos de múltiples centros en los que la seropositividad al VIH era baja llevaron a la OMS a recomendar, ya en el 2011, el uso conjunto de la baciloscopia y el cultivo, preferiblemente cada mes.

Pacientes que siguen el esquema acortado contra la TB-MDR

En los pacientes que siguen el esquema acortado contra la TB-MDR, la duración de la fase intensiva y de todo el tratamiento es mucho menor. Reciben siete fármacos en la fase inicial y, si cumplen todos los criterios de inclusión y no presentan criterios que sean motivo de exclusión, suelen tener un pronóstico más favorable que otros pacientes con TB-MDR. Por ello, los programas pueden considerar que, en los pacientes que siguen el esquema acortado contra la TB-MDR, no son necesarios los cultivos para el seguimiento del tratamiento o que se requieren con menos frecuencia. Aunque en el análisis actual no se incluyó a pacientes tratados con esquemas acortados, el grupo de elaboración de las directrices propone que los programas que apliquen este esquema deben plantearse la realización de pruebas de cultivo más frecuentes, sobre todo después de la fase intensiva, para confirmar la curación desde el punto de vista bacteriológico en los pacientes que finalicen el tratamiento sin presentar signos de fracaso terapéutico. También se debe investigar todo signo de recaída después de finalizar el tratamiento, mediante baciloscopia de esputo, cultivo y pruebas de sensibilidad a fármacos.

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