Dependiendo de los objetivos del programa de tamizaje y de los resultados del seguimiento de los indicadores mencionados arriba, puede ser necesaria una evaluación especial que determine, por ejemplo, las razones de una baja aceptación del tamizaje, una proporción inesperadamente baja de personas con TB presuntiva detectadas, una baja proporción de las personas con TB presuntiva que se sometieron a otras evaluaciones para diagnosticar la TB, un número necesario de personas en el tamizaje superior al previsto o de una proporción alta de casos sin confirmación bacteriológica. Es poco probable que los programas puedan igualar el desempeño observado en los ensayos clínicos y otros estudios realizados en condiciones controladas, en los cuales se pudo incluso haber hecho un tamizaje previo de los participantes.
Pueden ser necesarios análisis cuantitativos y cualitativos adicionales con el fin de determinar si existen obstáculos al tamizaje, definir oportunidades para mejorar la estrategia de tamizaje y si el tamizaje ha tenido repercusiones sociales o económicas (p. ej., los costos de la radiografía de tórax y de desplazamientos que se transfieren a los pacientes). También es prudente evaluar los efectos del tamizaje en las actividades generales en los consultorios, en especial el impacto de una mayor carga de pruebas de laboratorio.