Enlaces transversales de Book para 5.3.1. Identifying children who should be treated for multidrug-resistant and rifampicin-resistant TB
Según estimaciones de modelos, entre 25 000 y 32 000 niños y adolescentes menores de 15 años desarrollan cada año la enfermedad por TB‑MDR (110). Cuando reciben tratamiento, los resultados de los niños con TB‑RR/MDR son buenos, siendo favorables en 78% (111) y en más de 90% en algunas cohortes (112). A pesar de estos buenos resultados, son relativamente pocos los niños que son diagnosticados y reciben tratamiento para la TB‑RR/MDR cada año: solo 12 220 comenzaron el tratamiento entre el 2018 y el 2020 (11% de la meta de 115 000 de la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas) (1, 9). La mayoría de las muertes en los niños con TB corresponden a los que no reciben tratamiento (17). Por lo tanto, es fundamental garantizar la identificación, el diagnóstico y el tratamiento oportunos y adecuados de la TB‑RR/MDR en la población infantil y adolescente.
La investigación y el tamizaje de contactos de los niños y adolescentes que son contactos de casos originales de TB‑RR/MDR contagiosos son esenciales para diagnosticar rápidamente a los niños con TB‑RR/MDR e iniciar sin demora el tratamiento (113). La evaluación de los niños que son contactos de personas con TB‑RR/MDR y el diagnóstico de la TB‑DR en la población infantil y adolescente se tratan en el capítulo 4.
La población infantil con TB‑RR/MDR diagnosticada mediante criterios clínicos o confirmada bacteriológicamente debe recibir tratamiento con un esquema recomendado por la OMS. La TB‑RR/ MDR confirmada bacteriológicamente se basa en la identificación de M. tuberculosis a partir de una muestra del niño o adolescente mediante métodos moleculares o de cultivo, junto con la demostración de al menos la resistencia a la rifampicina con una PSF genotípica o fenotípica. El tratamiento de los niños con TB‑RR/MDR confirmada se debe basar en los resultados demostrados de las PSF de las cepas aisladas (de estar disponibles).
El diagnóstico clínico de TB‑RR/MDR se puede hacer basándose en un diagnóstico clínico de TB (enfermedad por TB sin confirmación bacteriológica) y en la exposición a un caso conocido de TB‑RR/ MDR o en la presencia de otros factores de riesgo de TB‑RR/MDR (niño tratado previamente por TB o expuesto a un caso original que falleció por TB o en el que fracasó el tratamiento de la TB). La concordancia de las cepas entre los niños y sus casos originales adultos es aproximadamente de 83% para la sensibilidad a la isoniacida y a la rifampicina, lo que significa que es muy probable que los niños tengan una TB con el mismo patrón de resistencia que su caso original más probable (83). Por lo tanto, los niños con diagnóstico clínico de TB‑RR/MDR deben comenzar el tratamiento de la TB‑RR/MDR sin demora, al tiempo que se debe hacer todo lo posible para confirmar el diagnóstico mediante pruebas bacteriológicas. El tratamiento de la población infantil o adolescente con TB‑RR/MDR diagnosticada mediante criterios clínicos debe guiarse por los resultados de las PSF y los antecedentes de exposición a medicamentos para la TB del caso original de TB‑RR/MDR más probable.
Si en un cultivo de muestras del niño o del adolescente se obtienen finalmente resultados positivos para M. tuberculosis y se demuestra que se trata de una TB‑RR/MDR, hay que tratarlos de acuerdo con las PSF de las cepas aisladas. Si un niño o un adolescente empieza a recibir tratamiento para la TB‑RR/MDR diagnosticada mediante criterios clínicos y más tarde se observa en el cultivo que se trata de una TB farmacosensible, su tratamiento puede cambiarse por el de la TB farmacosensible; se prevé que este sea un caso poco frecuente. Si un niño o adolescente con diagnóstico clínico de TB‑RR/MDR tiene resultados negativos en el cultivo, debe completar el tratamiento de segunda línea prescrito originalmente; no debe interrumpir el tratamiento ni pasar a un tratamiento para la TB farmacosensible.
Mejorar la detección de casos de (especialmente) los niños de corta edad con TB‑RR/MDR es fundamental para reducir el riesgo de malos resultados.