7.1.5. Tratamiento de la TB en la población infantil y adolescente con infección por el VIH

La población infantil con infección por el VIH o que vive en entornos donde la prevalencia de infección por el VIH es alta debe tratarse por TB con un esquema de cuatro fármacos (isoniacida, rifampicina, pirazinamida y etambutol) durante dos meses, seguidos de una pauta de dos fármacos (isoniacida y rifampicina) durante cuatro meses o dos meses (para una forma de TB que no es grave) en las dosis habituales, administrados diariamente.

La elegibilidad para recibir el esquema de tratamiento de cuatro meses depende de la gravedad de la enfermedad y se puede determinar utilizando las características de la radiografía de tórax o los criterios clínicos descritos en el capítulo 5.

Debe evaluarse al paciente dos semanas después del inicio del tratamiento de la TB y en adelante, cada mes, con supervisión clínica que debe abordar la valoración de los síntomas, la medición del peso, la evaluación de la adhesión al tratamiento y preguntas sobre cualquier evento adverso. Las dosis de los medicamentos para la TB deben ajustarse teniendo en cuenta todo aumento de peso.

La mayor parte de la población infantil con infección por el VIH y TB farmacosensible con buena adhesión al tratamiento obtiene una buena respuesta al esquema de seis meses. Las razones posibles del fracaso terapéutico son la falta de adhesión al tratamiento, la TB‑DR o diagnósticos diferentes (p. ej., un diagnóstico errado de TB).

Todo niño o niña con infección por el VIH, que haya finalizado con éxito el tratamiento de la enfermedad por TB, puede recibir el TPT.

En la población infantil, la respuesta al tratamiento de la TB y los resultados del tratamiento son más desfavorables en quienes tienen infección por el VIH, que en quienes son seronegativos. Antes de que el TAR estuviese ampliamente disponible, ocurrían muchas muertes en la población infantil con coinfección por TB/VIH, en los primeros dos meses después del inicio del tratamiento de la TB. Entre los factores médicos de riesgo de una respuesta desfavorable al tratamiento y de mortalidad se cuentan la desnutrición grave, las coinfecciones, la inmunodepresión grave y la viremia alta.

El tratamiento complementario que se recomienda en la población infantil con infección por el VIH que tiene TB, que puede ayudar a mejorar los resultados del tratamiento de la TB, comprende el tratamiento preventivo a base de cotrimoxazol (véase la sección 7.1.6), el inicio temprano del TAR (véase la sección 7.1.7) y la administración de suplementos de piridoxina y apoyo nutricional.

Book navigation