10.1 Definición de los resultados del tratamiento

En noviembre del 2020, el Programa Mundial sobre Tuberculosis de la OMS (OMS/GTB) convocó una consulta en línea y publicó nuevas definiciones de los resultados del tratamiento de la TB, que eran las mismas para la TB-DS y la TB-DR (97-99).

Los principios que guiaron la actualización de las definiciones fueron los siguientes:

  • aplicabilidad a esquemas de tratamiento de diferente duración;
  • disminución de la división tradicional entre las fases intensiva y de continuación;
  • determinación de criterios adecuados para la definición de la conversión (o reversión) bacteriológica en relación con las definiciones de “fracaso del tratamiento”, “curación” y “finalización del tratamiento” que se basen en el conocimiento de la microbiología;
  • consideración del uso de métodos diagnósticos apropiados para el seguimiento del tratamiento;
  • determinación de parámetros claros para definir el fracaso del tratamiento, basados en indicios fiables de la falta de respuesta u otras razones que lleven a tomar la decisión de modificar o interrumpir el tratamiento; y
  • seguimiento clínico y programático práctico y aplicación factible.

También se propuso una nueva definición opcional, “éxito sostenido del tratamiento”, para usarla únicamente en la investigación operativa. El seguimiento posterior al tratamiento puede ser útil, por ejemplo, cuando es factible, para los pacientes que sufren secuelas posteriores al tratamiento (100).

Las nuevas definiciones de los resultados del tratamiento se resumen en el cuadro 10.1.

Las definiciones de los resultados del tratamiento del 2020 permiten asignar a todos los pacientes con TB-DS o TB-DR un resultado del tratamiento cuando lo finalizan (curación o éxito del tratamiento) o cuando se producen eventos desfavorables (p. ej., pérdida durante el seguimiento, fracaso del tratamiento o muerte). Aunque las definiciones de los resultados del tratamiento se han armonizado, sigue habiendo pequeñas diferencias entre las de la TB-DS y la TB-DR (p. ej., el seguimiento del tratamiento mediante cultivo de esputo en el caso de la TB-DR y mediante la baciloscopia de esputo en la TB-DS).

A pesar de que se mantienen algunas fases de tratamiento distintas en los esquemas de tratamiento actuales, la tendencia general es hacia esquemas monofásicos. Por lo tanto, es mejor que se evite vincular las definiciones con las fases de tratamiento, de ahí que se hayan revisado los umbrales de tiempo para declarar la curación o el fracaso del tratamiento.

Aunque se consideró el papel de las nuevas pruebas bacteriológicas, el seguimiento del tratamiento seguirá dependiendo de las herramientas disponibles (es decir, el cultivo de esputo para la TB-DR y la baciloscopia de esputo para la TB-DS), a pesar de sus limitaciones.

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