7.1.4. Diagnóstico de la TB en la población infantil y adolescente con infección por el VIH

La estrategia para diagnosticar la TB en la población infantil y adolescente con infección por el VIH es básicamente igual a la que se utiliza en el diagnóstico de la TB en la población infantil seronegativa (véase el capítulo 4). Sin embargo, el diagnóstico puede ser más difícil cuando hay infección por el VIH (6):

  • Las características clínicas indicativas de TB pulmonar son frecuentes en la población infantil y adolescente con infección por el VIH, pero pueden ser causadas por otras enfermedades y, por lo tanto, carecen de especificidad para el diagnóstico de TB.
  • La mayor parte de la población infantil con infección por el VIH se ha contaminado por transmisión maternoinfantil. La prevalencia máxima de la infección por el VIH se observa en los menores de 5 años. Asimismo, es en este grupo etario en el cual es más difícil confirmar la causa de una enfermedad pulmonar aguda o crónica, incluida la TB.
  • La prueba de la tuberculina es menos sensible en la población infantil y adolescente con infección por el VIH que en las personas seronegativas de esta misma población. Una induración de >5 mm se considera positiva en la población infantil con infección por el VIH (véase el anexo 2).
  • La población infantil y adolescente con infección por el VIH tiene una incidencia muy alta de enfermedades pulmonares agudas y crónicas diferentes de la TB.
  • La población infantil y adolescente con infección por el VIH puede tener enfermedad pulmonar por más de una sola causa (coinfección), lo cual puede enmascarar la respuesta al tratamiento.
  • Hay una superposición del aspecto radiográfico de la TB y otras enfermedades pulmonares relacionadas con el VIH.

En los menores de 10 años con infección por el VIH se pueden utilizar los algoritmos integrados de decisión sobre el tratamiento para el diagnóstico de TB pulmonar descritos en el capítulo 4. En estos algoritmos, se considera que la población infantil con infección por el VIH tiene un riesgo relativamente alto de tener TB cuando acude con síntomas indicativos de TB pulmonar y deben seguirse las etapas que se aplican al grupo en riesgo alto. Al igual que en la población infantil con TB pulmonar presuntiva, debe hacerse todo lo posible para confirmar el diagnóstico mediante las pruebas moleculares de diagnóstico rápido recomendadas por la OMS en muestras adecuadas de heces, aspirado nasofaríngeo, esputo (inducido) o aspirado gástrico (dependiendo de los equipos y la experiencia disponibles). Esta actitud adquiere mayor importancia en la población infantil con infección por el VIH que es contacto de personas con TB‑DR confirmada.

La prueba LAM‑ICL es un examen diagnóstico complementario importante en la población infantil y adolescente con infección por el VIH. El LAM‑ICL urinario es un ensayo de inmunocaptura basado en la detección del antígeno micobacteriano lipoarabinomanano en muestras de orina. Esta prueba podría usarse en el punto de atención en determinados grupos de la población evaluados para detectar la TB. Aunque su sensibilidad es baja, se puede usar como una prueba rápida en la cabecera del paciente en personas seropositivas frente al VIH, incluida la población infantil y adolescente, sobre todo en los casos urgentes donde para la supervivencia del paciente es primordial obtener un diagnóstico rápido de TB. En la actualidad, el ensayo Alere Determine TB LAM Ag es la única prueba comercializada de LAM‑ICL en orina avalada por la OMS (76).

De ser posible, en la población infantil y adolescente con infección por el VIH que presenta signos y síntomas de TB pulmonar, debe examinarse al menos una muestra de todos los casos (heces, aspirado nasofaríngeo, esputo o aspirado gástrico en la población infantil; esputo en la población adolescente) con una prueba molecular de diagnóstico rápido recomendada por la OMS. El tiempo de respuesta de la prueba LAM‑ICL es inferior a 15 minutos y es probable que sus resultados estén disponibles antes de los resultados de las pruebas moleculares de diagnóstico rápido. Las decisiones terapéuticas deben basarse en el resultado del LAM‑ICL, mientras se reciben los resultados de otras pruebas diagnósticas. LAM-ICL debe usarse como un complemento al juicio clínico en asociación con otras pruebas (véase el recuadro 4.4 en el capítulo 4). Esta prueba no debe usarse como prueba sustitutiva o de triaje. Un resultado positivo de LAM‑ICL se considera como la confirmación bacteriológica de la TB en estos pacientes (76).

En la población infantil con infección por el VIH que presenta signos y síntomas de TB extrapulmonar, también se aplica la orientación del capítulo 4.

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