En la población infantil y adolescente con infección por el VIH, se debe realizar el tamizaje de la enfermedad por TB en cada visita a un establecimiento de salud o en cada interacción con un trabajador de salud, mediante preguntas de tamizaje habituales, como parte de la atención clínica habitual (véase el capítulo 2). Es poco probable que quienes no refieren algún síntoma del cuestionario tengan una enfermedad por TB, y se les debe ofrecer el TPT, independientemente de su situación respecto al TAR. Se puede ofrecer la radiografía de tórax a los adolescentes con infección por el VIH que estén recibiendo TAR; si no tienen alteraciones radiográficas, se les puede dar el TPT. El hecho de que no se pueda hacer la radiografía de tórax no debe suponer una barrera para proporcionar el TPT a los adolescentes con infección por el VIH.
La prueba de detección de la infección por TB no es un requisito para iniciar el TPT, pero, cuando esté disponible, puede usarse para determinar si los adolescentes con infección por el VIH cumplen los requisitos para recibir el TPT. Los lactantes menores de 12 meses con infección por el VIH y que no presenten signos ni síntomas de TB deben recibir el TPT únicamente si tienen antecedentes de contacto con una persona con TB y se ha descartado la enfermedad por TB. Los lactantes, niños y adolescentes con infección por el VIH y que presenten alguno de los signos y síntomas mencionados pueden tener la enfermedad por TB, y se les debe evaluar para detectar la TB y otras enfermedades (véase el capítulo 4). Si se descarta la enfermedad por TB después de una evaluación clínica adecuada o conforme a las directrices nacionales, se debe ofrecer el TPT.
Los algoritmos de decisión sobre el tratamiento descritos en el capítulo 4 son distintos del algoritmo para las pruebas de detección de la infección por TB y el TPT de la figura 3.4, ya que los algoritmos de decisión sobre el tratamiento se utilizan en niños que se considera que tienen una TB presuntiva.
Figura 3.4. Algoritmo para las pruebas de detección de la infección por TB y el TPT en la población infantil y adolescente
ᵃ En los menores de 10 años, cualquiera de los siguientes factores: tos actual, fiebre, antecedentes de contacto con una persona con TB, pérdida de peso notificada o confirmada de más de 5% desde la última consulta, aplanamiento de la curva de crecimiento o puntuación Z del peso para la edad inferior a −2. Los menores de 1 año asintomáticos y con infección por el VIH solo reciben tratamiento para la infección por TB si son contactos del hogar de alguna persona con TB. Con la prueba de la tuberculina o el ensayo de liberación de interferón γ se puede detectar a las personas con infección por el VIH que más se beneficiarán del TPT. La radiografía de tórax puede utilizarse en personas con infección por el VIH que reciben TAR, antes de comenzar el TPT.
ᵇ Cualquiera de los siguientes signos y síntomas: tos, fiebre, sudoración nocturna, hemoptisis, pérdida de peso, dolor torácico, disnea o fatiga. Para considerarlos asintomáticos, los menores de 5 años tampoco deben presentar anorexia, retraso del crecimiento, inapetencia ni disminución de la actividad o de la capacidad de juego.
ᶜ Como las personas con silicosis, las que están en diálisis, las que siguen tratamiento con inhibidores del TNF, la que se están preparando para un trasplante y las que presentan otros riesgos incluidos en las directrices nacionales. En las personas de esta categoría también se debe descartar la enfermedad por TB si tienen manifestaciones clínicas indicativas.
ᵈ Son contraindicaciones la hepatitis aguda o crónica, la neuropatía periférica (si se utiliza la isoniacida) y el consumo habitual y nocivo de alcohol. No son contraindicaciones el embarazo ni los antecedentes de TB.
ᵉ El esquema se elige considerando la edad, la cepa (farmacosensible o no), el riesgo de toxicidad, la disponibilidad y las preferencias.
ᶠ Es posible que se haya realizado anteriormente una radiografía de tórax como parte de la búsqueda intensificada de casos.