2.6 Seguimiento y evaluación

Los pacientes que siguen un esquema acortado contra la TB-MDR deben someterse a seguimiento durante el tratamiento mediante una programación de las pruebas clínicas y de laboratorio pertinentes que se han aplicado satisfactoriamente en estudios anteriores de esquemas acortados sobre el terreno y en el entorno programático en Sudáfrica.

El grupo de elaboración de las directrices destacó la necesidad de fortalecer y ampliar el acceso a las pruebas de sensibilidad a fármacos, así como la necesidad de hacer un seguimiento y vigilar la aparición de resistencia a los fármacos, incluida la bedaquilina y todos los fármacos de segunda línea del esquema acortado para los cuales se dispone de pruebas de sensibilidad fiables.

El calendario del seguimiento bacteriológico en Sudáfrica incluía tanto la baciloscopia como el cultivo de esputo, realizados mensualmente. Por lo tanto, se debe hacer el seguimiento de la respuesta al tratamiento mediante baciloscopia de esputo mensual y cultivo (a ser posible con la misma frecuencia). Esto es similar al calendario de seguimiento bacteriológico recomendado para los esquemas alargados (véase la (sección 3). De ser factible, también es importante hacer el seguimiento de los pacientes 12 meses después de completar el tratamiento, por la posibilidad de una recaída; el seguimiento incluye el cultivo y la baciloscopia de esputo.

Basándose en las orientaciones de las publicaciones actuales y en la experiencia colectiva, el grupo de expertos aconsejó lo siguiente con respecto al seguimiento y a la evaluación de la seguridad y la eficacia de los esquemas de 9 meses:

  • la implementación de ambos esquemas requiere el uso sistemático de pruebas de sensibilidad a fármacos, no solo para seleccionar a los pacientes, sino también para el seguimiento de la aparición de resistencia (se debe considerar la obtención de cepas para la secuenciación);
  • aunque los datos evaluados no han revelado señales de riesgo importantes, los sistemas de farmacovigilancia activa deben ser funcionales para llevar a cabo un seguimiento activo riguroso de los efectos adversos y detectar, tratar y notificar oportunamente los efectos adversos, presuntos o confirmados, de los fármacos;
  • es necesario que los programas tengan acceso a pruebas fiables de sensibilidad a la bedaquilina y al linezolid cuando no se observe la conversión bacteriológica al final del cuarto mes de tratamiento y tras los dos meses de prolongación: en una situación ideal, se dispondría de las pruebas de sensibilidad a todos los fármacos de segunda línea de estos esquemas; y
  • la mayor aplicabilidad de los esquemas de 9 meses pone de relieve la importancia de las formulaciones pediátricas. Los programas y sus asociados deben abordar la disponibilidad constante de formulaciones pediátricas modernas para lograr la implementación sin problemas en este subgrupo de pacientes.

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