3.1.3 Apoyo material

Los problemas socioeconómicos se deben abordar de manera que los pacientes y sus familias puedan completar el tratamiento de la TB y reducir el impacto que tienen la enfermedad y el tratamiento en su calidad de vida. Estos desafíos se abordan con éxito mediante intervenciones socioeconómicas, como cestas de alimentos o cupones de transporte, que permiten a los pacientes completar el tratamiento, y suelen funcionar mejor cuando se adaptan a las necesidades específicas del paciente. Algunos programas nacionales de TB y prestadores de atención de salud los han utilizado como facilitadores, es decir, como un medio para ayudar a los pacientes a afrontar los obstáculos para la toma de medicamentos y completar el tratamiento. Si bien los facilitadores pueden mejorar los resultados, lo más importante es utilizar el apoyo material para vencer los obstáculos que de otro modo los pacientes no podrían superar sin alguna forma de apoyo.

El apoyo material puede consistir en servicios o productos básicos, por ejemplo, apoyo económico, cestas de alimentos, complementos alimenticios, cupones o vales para alimentos, ayuda para el transporte, ayuda para gastos de manutención, facilitadores de vivienda o transferencias en efectivo. Con este apoyo se ayuda a los pacientes o a los cuidadores con los costos que asumen para obtener servicios de salud y se intenta disminuir el estrés de la pérdida de ingresos relacionada con la TB. Al comienzo del tratamiento, se deben evaluar los recursos económicos del paciente con el objeto de brindar apoyo a las personas que necesitan asistencia mediante un apoyo material. El mayor apoyo debe darse a los pacientes con más necesidad. Los trabajadores de la salud, las personas de apoyo al tratamiento, los asistentes sociales u otros profesionales pueden ayudar a evaluar las necesidades y asegurarse de que el apoyo material llegue al paciente. Las transferencias de efectivo y el apoyo de microfinanciamiento pueden mejorar la seguridad alimentaria de los hogares, y se ha demostrado que esto aumenta el acceso a la atención de salud. Cuando es necesaria una hospitalización prolongada, un apoyo económico al paciente y su familia con un “subsidio de subsistencia” mínimo sería un paso útil en el marco del enfoque de la atención centrada en el paciente.

El apoyo nutricional tiene una importancia especial y puede formar parte del apoyo material. El apoyo nutricional ayuda a reducir la tensión económica de la enfermedad por TB. Además, la desnutrición puede agravar la TB y la TB puede causar desnutrición. Las personas desnutridas con enfermedad por TB tienen una mayor probabilidad de presentar resultados más desfavorables y morir por TB, en comparación con otras personas. La población infantil y las mujeres embarazadas o que amamantan corren un riesgo especial de desnutrición. El tratamiento de la desnutrición mediante el apoyo material debe considerarse tan importante como los medicamentos para la TB cuando se atiende a pacientes con esta enfermedad. De hecho, el apoyo nutricional debe incluirse como parte del tratamiento y el plan de cuidados habitual de la TB. Se puede consultar más información sobre el cuidado y el apoyo nutricionales en Guideline: nutritional care and support for patients with tuberculosis (21) y Framework for collaborative action on tuberculosis and comorbidities (22).

La participación de la sociedad civil, como los grupos de apoyo a los pacientes y las organizaciones no gubernamentales, así como de las organizaciones comunitarias o religiosas, es necesaria para prestar servicios de apoyo social. Un mecanismo para prestar apoyo material a los pacientes con TB a más largo plazo es incluir a todos los pacientes que reúnan las condiciones en los programas de protección social (como las prestaciones de desempleo, si el paciente no puede trabajar) que tienen muchos países para los grupos poblacionales vulnerables.

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