6.3 Consideraciones relativas a la puesta en práctica

No hay nuevas consideraciones relativas a la puesta en práctica que vayan más allá de las normas actuales de atención a las personas con infección por el VIH. Los PNT deben colaborar estrechamente con los programas de VIH para seguir ampliando la cobertura de las pruebas de detección del VIH y del TAR en los pacientes con TB. Una excepción particular que se destaca en la recomendación sobre la cronología del TAR se refiere a las situaciones en las que hay signos y síntomas de meningitis. En general, se recomienda comenzar el TAR en las dos semanas siguientes al inicio del tratamiento de la TB; sin embargo, hay que tener precaución en las personas con infección por el VIH y meningitis por TB, ya que el comienzo inmediato del TAR se asocia significativamente con eventos adversos más graves. Por lo tanto, en estas situaciones se podría considerar la posibilidad de retrasar el TAR hasta 4-8 semanas después de comenzar el tratamiento de la TB (38). En los pacientes que inician el TAR con un recuento de linfocitos CD4 inferior a 100/mm³ , la administración de corticoesteroides puede reducir el síndrome inflamatorio de reconstitución inmunitaria relacionado con la TB.

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