5.2.8.1. Indicaciones para la derivación y la hospitalización

Todos los niños y adolescentes con formas graves de TB (meningitis por TB, peritonitis, pericarditis por TB, TB renal, vertebral, diseminada u osteoarticular) o con TB‑RR/MDR presuntiva (en contacto con una persona con TB‑RR/MDR confirmada o presuntiva, o niños y adolescentes con diagnóstico de TB que no responden al tratamiento de primera línea de la TB) deben ser derivados a un especialista para su manejo posterior si la capacidad de manejo en el lugar adonde acuden es insuficiente.

En la población infantil y adolescente, la hospitalización se debe reservar para cuando esté indicada desde el punto de vista clínico. Los niños y adolescentes que presenten efectos secundarios de los medicamentos que motiven la interrupción del tratamiento deben ser derivados al nivel de atención adecuado, según sea necesario. Los niños que presentan signos de peligro según la atención integrada a las enfermedades prevalentes en la infancia deben ser derivados para su hospitalización inmediata (80).

Box 5.8

Tras el alta hospitalaria, si el tratamiento continúa en un establecimiento de atención primaria de salud, es importante que se sigan las dosis recomendadas por el establecimiento de referencia y que se establezca una comunicación clara entre el hospital y el centro de atención primaria de salud. Todos los pacientes deben ser registrados y notificados al PNT, ya sea en el hospital o en el establecimiento de atención primaria de salud.

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