La población infantil de corta edad tiene mayor riesgo de desarrollar la TB en comparación con otros grupos etarios (4). El riesgo de contraer la enfermedad por TB es más pronunciado en niños y adolescentes que:
- son contactos del hogar o contactos estrechos de una persona con TB pulmonar, sobre todo si se confirma bacteriológicamente;
- son menores de 5 años;
- tienen infección por el VIH, en especial si están mal controlados;
- tienen desnutrición aguda grave, en particular si no responden a la rehabilitación nutricional;
- están hospitalizados por neumonía, sobre todo si no responden al tratamiento antibiótico.
El diagnóstico de la TB en la población infantil y adolescente se basa en una combinación de (6):
- una anamnesis cuidadosa, que incluya cualquier contacto con casos de TB (especialmente en los últimos 12 meses), el tratamiento previo de la TB, y los signos y síntomas indicativos de TB;
- la exploración clínica, incluida la evaluación del crecimiento;
- pruebas de detección del VIH, si no se conoce el estado respecto al VIH;
- pruebas bacteriológicas (si están disponibles);
- radiografías de tórax (preferentemente anteroposterior y lateral en los menores de 5 años y posteroanterior en los niños mayores y los adolescentes);
- pruebas de detección de la infección por TB (prueba de la tuberculina o ensayo de liberación de interferón γ);
- exploraciones complementarias pertinentes para una TB extrapulmonar presuntiva.
La decisión de iniciar el tratamiento de la TB basándose en parámetros clínicos no debe retrasarse si no se pueden hacer las exploraciones complementarias necesarias, sobre todo en el caso de los niños con mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave, como los menores de 2 años, los que tienen una infección por el VIH, los que presentan una desnutrición aguda grave o los que están hospitalizados por neumonía (que no responden al tratamiento de primera línea para la neumonía). No se recomienda hacer un ensayo de tratamiento con medicamentos contra la TB como método de diagnóstico de la TB en la población infantil.