6.3.3 Consideraciones relacionadas con la ejecución

Se debe hacer un seguimiento cuidadoso de los pacientes pediátricos con infección por el VIH en el sistema de atención de salud y realizar el tamizaje de la TB en cada contacto habitual con un prestador de atención del servicio del VIH, en un establecimiento de salud o en la comunidad. Dado el riesgo alto de progresión hacia la enfermedad activa y la tasa alta de mortalidad, también se debe realizar un tamizaje por síntomas compuesto en cada contacto con el sistema de atención de salud, incluidos eventos como días de vacunación, citas de atención materna, evaluación nutricional y programas de apoyo alimentario. El tamizaje por síntomas compuesto tiene una especificidad baja, lo cual puede dar lugar a un gran número de tamizajes positivos falsos y pruebas de diagnóstico o tratamientos contra la TB innecesarios. Sin embargo, dada la mortalidad alta de la TB no tratada en los niños con infección por el VIH, a menudo los beneficios del tratamiento de la TB superan el riesgo de sobretratamiento. Los trabajadores de salud deben supervisar de cerca el tratamiento y permanecer atentos a la posibilidad de un diagnóstico de TB positivo falso, cuando los síntomas se deben a otra enfermedad como la neumonía.

Puede ser difícil determinar si un niño tiene contacto estrecho con una persona con TB y es importante averiguar los antecedentes de exposiciones conocidas del cuidador y el niño. Con frecuencia se tienen en cuenta los contactos del hogar, pero sobre todo en zonas con una prevalencia alta de TB, el contacto estrecho puede ocurrir en una diversidad de entornos comunitarios como la escuela, la guardería y las congregaciones religiosas. En un estudio en Sudáfrica se indicó que solo la mitad de los niños con TB tenía un contacto del hogar conocido con TB (44) e incluso los niños pequeños corrían un riesgo alto de contraer la infección en la comunidad y no solo por miembros del hogar con TB. Por consiguiente, en los entornos con una prevalencia alta de TB se debe mantener un alto índice de presunción de TB en los niños pequeños, en especial en los niños con infección por el VIH o cuyo estado frente al VIH se desconoce.

Los niños con infección por el VIH que no tienen TB activa deben recibir el TPT en conformidad con las directrices de la OMS (4, 5).

Book navigation