Enlaces transversales de Book para 5.2.11. Treatment adherence
Los niños y adolescentes con TB, sus progenitores, otros miembros de la familia y otros cuidadores deben recibir educación sobre la TB y la importancia de completar el tratamiento. Especialmente en el caso de los niños más pequeños, el apoyo de sus progenitores, cuidadores y familiares directos es importante para el éxito del tratamiento. En muchos entornos, los trabajadores de atención de salud pueden observar o administrar el tratamiento a los niños o adolescentes. Si esto no resulta conveniente para el paciente o su familia, un miembro de la comunidad o un agente comunitario de salud capacitado (preferentemente una persona que no sea el padre, la madre o un miembro de la familia inmediata del niño) puede ayudar (107). Los adolescentes tienen problemas de adhesión particulares y pueden beneficiarse de intervenciones adaptadas a su edad (véase la sección 7.4).
Los esquemas de tratamiento con una duración inferior a cuatro meses pueden mejorar la adhesión al disminuir el número de visitas necesarias a los establecimientos de atención de salud. La población infantil y adolescente debe recibir atención relacionada con la TB de forma gratuita. Se deben usar DFC aptas para la población pediátrica para simplificar la administración y la adhesión (100).
La adhesión al ciclo completo de tratamiento puede ser un desafío en la población infantil y adolescente, sobre todo porque pueden mejorar rápidamente con el tratamiento. La mayoría de los niños con TB empezarán a mostrar signos de mejoría tras dos a cuatro semanas de tratamiento de la TB. La continuación del tratamiento según lo prescrito hasta su finalización, incluso si el niño o el adolescente se siente mejor, requiere una comprensión profunda de las razones de la duración del ciclo de tratamiento. Es importante utilizar un enfoque centrado en la persona y en la familia, y ofrecer educación continua al cuidador, a la familia y al niño o adolescente (recuadro 5.10) (6).