Enlaces transversales de Book para 2.3.1.2. Chest X-ray
La sensibilidad para la TB de “cualquier signo anormal” referida en los informes de radiografías de tórax en contactos estrechos menores de 15 años es de 84% y la especificidad es de 91% (25). Por lo tanto, la radiografía de tórax es más específica que el tamizaje de síntomas realizado de manera aislada. Las estimaciones de la exactitud de la radiografía torácica no se desglosan por grupos etarios, y las diferencias significativas en los resultados de la radiografía de tórax entre los niños de menor edad y los mayores pueden dar lugar a diferencias importantes en la sensibilidad y la especificidad por grupo etario.
Las alteraciones causadas por la TB que se observan en la radiografía de tórax en la población infantil pueden ser muy diferentes a las de la población adulta. La presentación de la enfermedad en los niños mayores puede ser del tipo de los adultos (p. ej., cavernas pulmonares), pero las alteraciones en la radiografía de tórax asociadas a la enfermedad por TB en los niños de menor edad pueden ser sutiles y difíciles de ver si la calidad no es óptima. Cuando se usa la radiografía de tórax en el tamizaje de la TB en la población infantil, lo ideal es realizar proyecciones posteroanteriores y laterales. En esta población, las anomalías frecuentes son las adenopatías hiliares y paratraqueales, a veces con evidencia de que los ganglios linfáticos comprimen las vías respiratorias, la consolidación alveolar sin cavernas visibles, las lesiones miliares (como signo de enfermedad diseminada) y los derrames pleurales. Puede ser difícil distinguir los ganglios linfáticos paratraqueales e hiliares de un aumento anormal del tamaño de estructuras vasculares normales. Estos signos sutiles presentes en la radiografía de tórax en los niños de menor edad pueden afectar a la sensibilidad y especificidad de la radiografía de tórax. Para resolver dudas acerca de la interpretación, se puede solicitar la ayuda de un profesional con experiencia en la interpretación de radiografías torácicas pediátricas. Como alternativa a la lectura humana de las radiografías, la OMS recomienda usar programas informáticos de detección de la TB asistida por computadora para interpretar las radiografías torácicas (véase el capítulo 4 del Manual operativo de la OMS sobre la tuberculosis. Módulo 2: Tamizaje. Tamizaje sistemático de la tuberculosis [13]). Esta recomendación se limita actualmente a las personas de 15 años o más, y es necesario recopilar más datos para validar el rendimiento de los programas de detección de la TB asistida por computadora en la población infantil.
La radiografía de tórax puede usarse en combinación con el tamizaje de síntomas para el tamizaje de la enfermedad por TB. En muchas zonas no es fácil tener acceso a las radiografías de tórax, y es posible que desplazarse a otro lugar para hacerlas sea inviable para los cuidadores, que quizá no tengan tiempo o no puedan asumir los costos directos o indirectos de los desplazamientos, el tiempo, el apoyo o los servicios de radiología. Para llegar a grupos de población de difícil acceso, se pueden utilizar unidades portátiles de radiografía torácica, pero para ello se necesita capacitación y apoyo financiero y logístico.
Los aparatos de rayos X digitales más recientes emiten una cantidad pequeña de radiación, pero el riesgo de radiación para el paciente es muy bajo. En el capítulo 3 del Manual operativo de la OMS sobre la tuberculosis. Módulo 2: Tamizaje. Tamizaje sistemático de la tuberculosis (13), se exponen consideraciones adicionales relativas a la realización de las radiografías torácicas, incluidos los inconvenientes y las ventajas del tamizaje en serie y en paralelo cuando se combina con el tamizaje de síntomas.
En las figuras 2.4 a 2.7 se presentan algoritmos para el tamizaje de la TB en la población infantil y adolescente joven, mediante el uso de la radiografía de tórax; los síntomas y la radiografía de tórax; y el tamizaje en serie secuencial positivo y negativo de la TB mediante los síntomas y la radiografía de tórax, respectivamente.
Figura 2.4. Algoritmo para el tamizaje de la TB mediante la radiografía de tórax en la población infantil
Figura 2.5. Algoritmo para el tamizaje en paralelo de la TB mediante los síntomas y la radiografía de tórax en la población infantil
Figura 2.6. Algoritmo para el tamizaje en serie secuencial positivo de la TB mediante los síntomas y la radiografía de tórax en la población infantil
Figura 2.7. Algoritmo para el tamizaje en serie secuencial negativo de la TB mediante los síntomas y la radiografía de tórax en la población infantil